Con la llegada de las estaciones más frías, la bajada de defensas que suele acarrear, el aumento de reuniones en sitios cerrados… Hace del otoño e invierno un periodo ideal para que tomen protagonismo las infecciones respiratorias.
Las infecciones respiratorias son la invasión y multiplicación de diferentes microorganismos en las vías respiratorias. Son principalmente de origen vírica, siendo los agentes etiológicos más destacados: adenovirus, rinovirus, influenza, virus sincitial respiratorio, parainfluenza o coronavirus. Aunque también existen otros microorganismos causantes de estas infecciones, como son: estreptococos, staphyloccus y neumococos (1,2).
Las infecciones respiratorias pueden desarrollarse en (1):
Los síntomas más habituales son: dolor de garganta, tos, congestión nasal y rinorrea (goteo nasal), problemas respiratorios, fiebre, malestar general, cansancio, dolor muscular, de cabeza y oído (1,2).
Aunque la gravedad de la infección suele depender de las vías afectada y de otra serie de factores como (1):
Se pueden tomar una serie de medidas para prevenir las infecciones respiratorias y reducir el contagio, estas medidas son (1):
El uso de plantas medicinales para el alivio y la prevención de infecciones respiratorias se ha vuelto cada vez una práctica más extendida en todo el mundo. Según un estudio publicado en 2023 las afecciones respiratorias más tratadas con fitoterapia por la población fueron: el resfriado común, la gripe, el COVID, la bronquitis o la amigdalitis (2).
Eucalipto: es una planta típicamente empleada para el tratamiento de afecciones respiratorias por su capacidad antitusiva, descongestiva, expectorante, mucolítica y antiséptica. La sustancia responsable de estas propiedades es el eucaliptol que: fluidifica las secreciones bronquiales y favorece su salida, reduce la tos y la inflamación en estas vías, y, ayuda a la eliminación de microorganismos de la zona. EMA, ESCOP y la comisión E la recomiendan para el alivio del resfriado, sin embargo, según el estudio de 2023, la población la emplea también en gripe, faringitis, bronquitis, sinusitis, asma y neumonía (2-4).
Orégano: es otra de las plantas más usadas por la población para las infecciones respiratorias según el estudio de 2023. Esta planta está reconocida por su uso tradicional para la bronquitis, el asma y el enfisema gracias a las propiedades antisépticas en las vías respiratorias y antiinflamatorias de su aceite esencial rico en carvacrol y timol (3,5).
Menta: es conocida por tener un aceite esencial rico en mentol, que actúa como descongestivo y expectorante, contribuyendo a la eliminación de moco y flemas. Además, su acción antibacteriana, previene la coinfección con bacterias oportunistas, y la ligera analgesia, contribuye a la mejoría del dolor. Estas propiedades la indican para el resfriado por organismos como ESCOP y EMA, pero según el estudio de 2023 el 45% de la población también la usa para la bronquitis (2,3).
Romero: contribuyen a la mejoría del resfriado gracias a sus propiedades antibacterianas y antifúngicas, que favorece la eliminación de microorganismos. Además, son capaces de reducir la inflamación de la garganta debido a la acción antiinflamatoria atribuida al ácido rosmarínico y al ácido carnósico de su composición (3).
Manzanilla amarga: Es de interés en problemas respiratorios, como faringitis y bronquitis, gracias a las propiedades expectorantes y antisépticas (3). Un estudio destaca la fuerte capacidad inhibitoria de esta planta frente a bacterias como K. pneumonia y P. aeruginosa, responsables de este tipo de afecciones, además de inhibir S. aureus, otra bacteria causante de infecciones respiratorias y que actualmente presenta gran cantidad de resistencias (6). Además, según el estudio de 2023, el 51% de la población también la utiliza para el alivio de la amigdalitis (1).
Tomillo: está indicado por ESCOP y EMA para el alivio de catarros, bronquitis y tos irritativa por sus propiedades antiespasmódicas, expectorantes y antisépticas. El efecto antiespasmódico, que explica su uso como antitusivo, se relaciona con su contenido en timol, carvacrol y flavonas; mientras que su aceite esencial es responsable de la actividad expectorante, ya que contribuye a favorecer la fluidez del moco y su eliminación. Además, el timol, el carvacrol y los compuestos fenólicos también cuentan con acción antimicrobiana, favoreciendo la eliminación de patógenos en las vías aéreas (3).
Anís estrellado y anís verde: son plantas de interés en las infecciones respiratorias por sus propiedades antisépticas, expectorantes y espasmolíticas atribuidas al anetol de sus aceites esenciales. Por ello, son reconocidas por la Comisión E y EMA respectivamente, para el alivio de la tos y el resfriado (3).
Malva: la flor de esta planta es de gran utilidad en infecciones respiratorias porque ayuda a reducir algunos de los síntomas como son: la inflamación e irritación de la mucosa oral, según recomiendan ESCOP y EMA. Su contenido en mucílagos es el responsable de las propiedades antiinflamatorias, demulcentes y protectora de la mucosa oral. Estas propiedades son especialmente relevantes en procesos catarrales mantenidos de forma más prolongada en el tiempo o en personas que tienden a padecer infecciones respiratorias recurrentes, porque suelen presentar tos seca e irritación de garganta más intensas. Tradicionalmente esta planta se ha empleado tanto para resfriados y gripes como para bronquitis, faringitis y amigdalitis (3,7).
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Referencias:
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