La infección de orina es una patología muy frecuente, el 17% de las infecciones son de vías urinarias, y cuya incidencia aumenta en verano. Puede afectar a toda la población, pero es especialmente prevalente en mujeres en edad fértil. Alrededor de 4 millones de mujeres al año en España, de entre 20 y 44 años, han presentado cistitis aguda (1).
La infección de orina es en una invasión de las vías urinarias por parte de ciertos microorganismos, siendo el 80-90% de los casos producidos por una bacteria denominada Escherichia coli. Esta proliferación puede afectar a cualquier zona de las vías urinarias, pero lo más habitual es que afecte a la vejiga produciendo cistitis (1,2).
La cistitis se ve favorecida durante el verano por el aumento de la humedad en el área urogenital, consecuencia del calor y el sudor, así como del mayor uso de piscinas. Además, durante esta estación hay mayor tendencia a la deshidratación y al aumento de la actividad sexual, que también son dos factores que favorecen esta multiplicación microbiana (2).
Como en tantas otras patologías la prevención en la cistitis es fundamental y puede llevarse a cabo con hábitos como (2,3):
La fitoterapia contribuye a la mejoría de la cistitis de varias maneras:
Las plantas medicinales de interés en estas infecciones son aquellas con acción diurética, porque favorecen la eliminación de líquido mediante la orina y con ello disminuye la concentración de microorganismos patógenos de las vías urinarias; o con acción antimicrobiana, que colabora en la destrucción de estos microorganismos. Algunas de ellas son:
Gayuba: Es un arbusto de la familia Ericaceae, conocido tradicionalmente por su capacidad para aliviar las molestias del aparato urinario. La parte usada es la hoja desecada, entera o fragmentada, por su contenido en arbutósido o arbutina, que le atribuye propiedades diuréticas y antimicrobiana, con tendencia a actuar sobre las vías urinarias. Está indicada por la EMA para aliviar síntomas las infecciones leves recurrentes del tracto urinario inferior, como son la quemazón o ardor al orinar (4,5).
Cola de caballo: También denominada equiseto, pertenece a la familia de las equisetáceas. Esta planta es conocida por su antigüedad y por su gran contenido en minerales, como el potasio o el silicio. La cola de caballo se ha usado tradicionalmente por su acción diurética suave, y aunque no se sabe con exactitud el componente que la produce, podría deberse a su contenido en flavonoides y sales de potasio. Gracias a esta propiedad, la EMA y ESCOP la recomiendan como coadyuvante en infecciones urinarias leves. Además, está indicado en otras afecciones urinarias como la litiasis (5,6).
Abedul: Es un árbol perteneciente a la familia Betulaceae. La parte de interés medicinal en este árbol es la hoja desecada, entera o fragmentada. Por sus propiedades diuréticas ha sido aprobado por ESCOP y EMA para aumentar el flujo de orina en infecciones microbianas o inflamatorias de las vías urinarias leves, además también se recomienda en la prevención de otras patologías urinarias como los cálculos renales (5).
Arenaria: Conocida comúnmente como “rompepiedras”, es una planta herbácea de la familia Caryophyllaceae. La arenaria presenta propiedades diuréticas y depurativas, que contribuyen al lavado de las vías urinarias y a la eliminación de microorganismos, por eso popularmente se usa en molestias de las vías urinarias como la cistitis. Se atribuyen estas propiedades a compuestos como los flavonoides, aunque son necesarios más estudios para la confirmación (5).
Herniaria: Esta planta, de características similares a la arenaria, se denominada como hierba de la orina o también “rompepiedras”. Pertenece a la familia Caryophyllaceae y está aprobada por la EMA en afecciones urinarias leves por ser capaz de aumentar el flujo de orina gracias a sus propiedades diuréticas (7,8).
Maíz: Es una planta herbácea perteneciente a la familia de las gramíneas. Tiene un gran interés culinario por su valor nutricional, además, gracias a sus propiedades terapéuticas también es de interés medicinal. Los estilos y los estigmas del maíz son usados en terapéutica por su acción diurética y antimicrobiana. El efecto diurético se debe a su capacidad de aumentar la eliminación de orina y de electrolitos como: sodio, potasio y cloruros. Por ello, se han usado tradicionalmente en infecciones de las vías urinarias como cistitis o prostatitis, aunque también en otras patologías como la litiasis urinaria (5).
Tomillo: Es un subarbusto perteneciente a la familia de las lamiáceas. Esta planta es ampliamente conocida por su valor culinario como especia, pero además, tiene un gran interés terapéutico. La parte empleada de la planta es la sumidad florida y es de interés en las infecciones urinarias por su contenido en timol y carvacrol, que le aportan su efecto antimicrobiano y antifúngico (5).
Ulmaria: Se denomina comúnmente como reina de los prados y es un arbusto herbáceo que pertenece a la familia de las rosáceas. Esta planta está aprobada por ESCOP para el lavado de las vías urinarias por su acción diurética, aunque aún son necesarios más estudios científicos que lo confirmen. Además, los tanino que posee parecen tener efecto antimicrobiano según estudios in vitro (5).
Referencias:
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